Prof. Humberto Arauz Mairena

Por: Luis Eduardo Martínez. Corresponsal/ La Prensa


Su música perdura aferrada en el corazón de los matagalpinos y, al pasar de los años, parece adentrarse más en ellos hasta la inmortalidad. Entre su innumerable lista de composiciones, destaca el Corrido del Centenario, considerado como un himno para Matagalpa.

El profesor Humberto Aráuz Mairena nació en Matagalpa el 12 de noviembre de 1903. Hijo de María del Pilar Aráuz y Teodoro A. Mairena, autóctonos de la ciudad septentrional.

Este hijo dilecto de Matagalpa inició sus estudios de música a los 16 años, siendo su primer maestro don Jerónimo Castellón, quien llegó de León en 1918 y abrió una escuela de música pagada por el Gobierno. Seis años después, ingresó a la banda Supremos Poderes, bajo la dirección del maestro Tránsito Sacaza. Allí adquirió muchos conocimientos en música.

En 1926 viajó a Puntarenas, Costa Rica, donde ingresó a la banda militar de ese puerto y orquestas de música bailable. Empezó a componer piezas musicales y abrió una escuela gratuita de música para niños de escasos recursos. Allí escribió el Himno al obrero y muchas canciones que se pusieron de moda. En la banda era el primer trombón y gozó de mucho aprecio entre la sociedad.

De Puntarenas pasó a la banda militar de Alajuela y luego a la banda de Costa Rica. Esta última era integrada por cien músicos y era una de las mejores en toda Centroamérica. También formó parte de la Gran Sinfónica de Costa Rica y en todas estas bandas se lucía como primer trombonista. Por su intachable conducta y dotes artísticas gozó de gran simpatía.

RECONOCIMIENTO EXTERIOR
Grandes directores de bandas y sinfónicas, como los maestros José Santiesteban y Roberto Cantillano, le tuvieron alto aprecio y respeto. De Costa Rica, el profesor Humberto viajó a Panamá, donde tocó en los mejores cabarets, previo a retornar a su Matagalpa natal en 1933.
Aquí buscó a varios jóvenes amantes de la música y abrió una escuela gratuita de música en un local del mercado municipal, frente al Parque Morazán, no sin antes vencer muchas trabas y obstáculos. Formó muchas banditas musicales y la última fue la banda del Colegio San Luis, de esta ciudad, iniciada con niños de corta edad a mediados de los años ochenta.

CURIOSO INICIO
El profesor Humberto Arauz contaba a sus alumnos en la Escuela de Música que en una ocasión llegó un circo a la ciudad de Matagalpa. Durante una de las funciones a la que asistió como espectador, en la banda que amenizaba, el trombonista no tenía atril para colocar el pentagrama y pidió a alguien del público que le ayudara por un momento a sostener el papel. El voluntario fue Don Humberto quien, en virtud de ayudar al trombonista, quería leer, descifrar y entender los símbolos de las notas musicales, por lo que el músico le preguntó: “Hombré, ¿vas a tocar vos o voy a tocar yo?” Fue así que despertó el interés y la pasión del profesor Arauz Mairena por la música.

PROLÍFERA PRODUCCIÓN
El profesor Ariel Peña Martínez recordó que el maestro Humberto Arauz Mairena fue el autor de 20 marchas militares, 50 marchas fúnebres, una misa de réquiem, 12 sones de pascuas, 15 valses, además de una prolífera producción de twist, blues, fox trot, tangos y danzones, y los himnos de varios centros escolares, destacando los del Colegio San Luis y el Instituto Nacional Eliseo Picado.

Aún cansado y delicado de salud seguía impartiendo sus clases de música con sus 94 años de edad en su casa de habitación, a todo joven que deseara aprender sin cobrarles nada .La Alcaldía y el pueblo de Matagalpa le han dedicado el kiosco del parque Morazán a su memoria, dónde está colocada una placa significativa.

Murió el 26 de Diciembre de 1997 en Matagalpa a la edad de 94.