marzo 19, 2009

Biografia Jorge Isaac Carvallo


Colaboracion del Lic. Alexis Gadea García.
Resumen de varias fuentes.
Eminencia poético-musical nicaragüense. Solista de guitarra y uno de los pioneros de la música típica pinolera. Jorge Isaac nació el 17 de mayo de 1931, en Chichigalpa, municipio del Departamento de Chinandega; se crió en Ocotal, hijo de un pianista, compositor y médico: Isaac Carvallo. Fue en esta ciudad donde, dice su biografía oficial, se impregnó de “vivencias regionalistas” que “tiempo después lo convertirían en uno de los tres pioneros de la música típica”, tal como se dijo al comienzo.

Jorge Isaac Carballo, es parte del enjambre de inspirados músico a nicaragüenses que se han sabido ganar el respeto y la admiración de todo un pueblo. Su nombre suena en los oídos de los nicas que viven en países alejados como si la patria de pronto les cayera encima de un solo golpe.

Desde que escuchó en un cine de Granada al trío Los Pinoleros, con Justo Santos a la cabeza, la vida de Jorge Isaac Carvallo --así, con “v” se firma-- cambió: encontró el surco donde habría de sembrar sus más fértiles composiciones que lo ubican como parte del “pate gallina” donde se sentó el Son Nica: Camilo Zapata, el creador; Víctor M. Leiva, el indispensable y continuador; Jorge Isaac, el embellecedor y pionero de la música testimonial.

Sus primeras canciones
En 1943, a la edad de 12 años, compuso sus dos primeras canciones: “Soñar” y “Confesión”. Cuando su madre, la chichigalpina Cándida Rosa Rostrán lo mandó estudiar la secundaria al Instituto Nacional de Oriente y Mediodía, prácticamente le daba un pasaje sin regreso, no a Granada, sino a lo más auténtico que por entonces podía identificarse como “made in Nicaragua”: su música.De hecho, puede decirse que en el terreno de la guitarra es un hijo de Justo Santos, el creador de “La Moralimpia”, porque los integrantes del trío Los Pinoleros le enseñaron el rasgueo del Son Nica. Desde que escuchó “El Solar de Monimbó” y “El Nandaimeño”, durante una presentación en el cine, en el intermedio de una película, un tema de amor y protesta social que deambulaba en su corazón pudo encontrar la mejor salida de todas: no una novela, no un cuento, tampoco un retrato ni una escultura, sino a través del arte que mayor impresión causa a la humanidad: la música.Y surgió “La Juliana”. De hecho, podría ser la primera canción de protesta en el universo nicaragüense, por su denuncia social: el campesino que se rebela contra el derecho de pernada del patrón o la sumisión de la madre de una chavala que quiere meterla de querida al dueño de la hacienda. Después surgió “Campesino aprende a leer”, un tema de profundo contenido revolucionario que orienta al hombre rural a educarse, que habla contra los terratenientes y la injusticia contra el primer productor de bienes del país.

Doble éxito
Cuando cursaba el primer año de medicina, los mandó a llamar don Juan Navas, el primero que contaba con un estudio de grabación. Para entonces, Los Pinoleros habían grabado “ La Juliana ”, pero el empresario quería la versión del propio autor, así que fueron al estudio que quedaba cerca de una cantina llamada “El Mamón”, en la entonces despoblada Managua. Precisamente --¿puras coincidencias?-- el estanco quedaba donde ahora es el “Palacio Mamón”.Los muchachos no lograban dar con la fuerza de la composición, así que se fueron a “El Mamón”, se echaron dos tragos y regresaron al cuarto de grabación: aquello sonó de película. Las dos versiones fueron éxitos consumados.
¿De dónde salió ese estilo?
Hay dos clases de compositores: el que se pone a trabajar las canciones, y el que le sale natural. Como que Dios le pone a uno en el cerebro la música y la letra. Así llegaron: El Indio Ocotaleano, Día de pago, Managua y Santo Domingo, y con el tiempo, vino El Cosigüineño, El Cañalito, Lesbia Guerrero. Tengo 27 canciones típicas.
¿Sigue componiendo?
Sigo. Las últimas no las he grabado: “El indio Chevo Matute”, “Indio capitalista”. Nada más que uno se duerme un poco en las canciones típica. Pero lo que más he compuesto son canciones románticas. Soy un romántico, tal que me enamoré de mi esposa, nos casamos y sigo enamorado de ella. Le he compuesto montones de canciones.
“Me excluyeron”
¿Qué pasa que su música no se escucha en la radio, así como su faceta romántica?En el pasado, antes del sandinismo, fui el compositor más conocido en Nicaragua. Todas mis canciones pegaban, “Soledad”, por ejemplo. Hay boleros, cumbias, cha cha chá. Lo que pasó es que cuando vino el sandinismo a mí me excluyeron totalmente, como excluyeron en ese tiempo a Víctor M. Leiva y a Camilo Zapata. Nos excluyeron los Mejía Godoy, quienes dominaban la música.
¿Por qué esa exclusión?
Tendría que preguntárselo a Carlos Mejía Godoy, porque él anduvo sacando los discos de todas las radios. Cuando llego a hacer un programa a Radio Sandino, y pregunto por la música nicaragüense, no hay ni uno. ¿Y eso?, pregunté. Vino Carlos y se llevó toda la música, dice que por orden de Coradep (Corporación de Radios del Pueblo), pues dice que es alienante, y que sólo debe haber música revolucionaria.
Respuesta de Carlos Mejía Godoy
“No fuimos censores, ni decidimos en este país, ni antes ni después, lo que había que hacerse en términos artísticos. Conté con programas independientes para difusión de la música.Que saqué la música nacional y decir que era alienante es un disparate de lo más grande. Para mí ha sido un privilegio trabajar en todos estos años con nuestra música nacional. Si hiciéramos a un lado toda la música revolucionaria, el 80% sería música nacional. Sería como un suicidio. Cómo puede ser enajenante, si ahí están ‘Son tus perjúmenes mujer’, que nos dio a conocer a nivel internacional, y hemos cantado ‘Palomita Guasiruca’.Yo respondo con una actitud fraterna, enemiga de las exclusiones, y lo único que digo ante ese tipo de acusaciones es: cuando le traje (a Jorge Isaac) un contrato desde España, era mi manera de expresar el reconocimiento al talento y capacidad de los demás, en este caso, de él. Y le traje un contrato de la sociedad general de autores de España SGAE, porque tenía la facultad de incorporar a otros autores, como una manera de apadrinar su trabajo.Le traje el contrato de dos canciones, ‘El Cañalito’ y otra, que no recuerdo, y ahí está Otoniel Saballos, que puede dar fe de esta actitud: rompió los documentos y los tiró a la basura. Fue una actitud que no me hizo confrontarme con él, simplemente dije yo: ‘El que se autoexcluye sabrá lo que hace’.No existe entrevista que Carlos haya hecho sobre la música nacional donde no le dé su verdadero lugar a Jorge Isaac Carvallo. Y yo no respondo con teorías, sino con actitudes. Lo propuse como presidente de NICAUTOR, hace un año, y él ganó por unanimidad. No existe un solo artículo donde yo haya descalificado a nadie, ni a los jóvenes que empiezan. Yo no he sido inquisidor de la música nacional.Sostengo que a pesar de él y su actitud, sigue siendo uno de los grandes compositores de la música nacional. Y lo he dicho, y ahí están los recortes periodísticos a lo largo 30 años: que si me voy a una isla y debo llevarme cinco canciones nicaragüenses, me llevo “El Cañalito”.En la casa de los Mejía Godoy se le entregó el “Güegüense de Plata”, dedicado a los valores más importantes del arte. Fue un acto fundamental de justicia”.

“Con Fernando ando, con Agüero muero”
Jorge Isaac ha compuesto 200 canciones, entre las que destaca uno de los más bellos boleros que se recuerde: “Luna callejera”. Pero así como le arrancó música al amor y al campo, por pura inspiración, o como dice él, “en la madrugada me viene la música y la letra, y en la mañana me pongo a copiarlas, es como un don de Dios”, también reconoció que hizo un tema por encargo.“Cuando uno es compositor nato, después que ha hecho tantas canciones, llega a tener tanta práctica, que uno puede provocar la inspiración”, dice para explicar cómo surgió --digo yo-- la mejor composición de propaganda para un político.“Fue una canción encargada”, acepta. “Me presentaron a Fernando Agüero y me cayó bien. Tenía un carisma increíble, era joven y le compuse la canción. Leí los nueve puntos del Partido Conservador que me sirvieron para hacer el cuerpo de la canción”.La pieza sonó por todos los rincones del país. Sin embargo, sostuvo una discusión con Agüero precisamente por sus derechos como autor. “Me dijo en un momento de soberbia: ‘Tu canción me vale un comino”. Los artistas entonces cobraban un córdoba por cada cara del disco. Pero en el lado “B”, los opositores incluyeron “una canción horrorosa”, dice refiriéndose al infumable Himno del Partido Conservador. Así que debía cobrar por una cara.Agüero “líder del pueblo” le dijo: “Te vamos a dar 25 centavos”. No, le replicó, un córdoba. Agüero le preguntó: “¿Y vos creés que ha influido en mi campaña?” “Sí, doctor en un 50%”, respondió.Con todo y que la canción hablaba de un “joven y sincero, noble de corazón”, Agüero le aseguró que no le iba a dar más que un “chelín”. --Usted cree que soy un pendejo --dijo Carvallo, viendo que la realidad desmentía su propia letra: “Con Fernando ando, con Agüero muero, porque para Agüero el pueblo es primero”. “Yo estudié tres años de leyes y le voy a demostrar quién soy.”
A los tres días se paró en un “yipón” (Jeep) frente a la grabadora Centauro, preguntaron por Carvallo. Un tipo fornido, guardaespaldas de Agüero, lo llamó. Que el “hombre” lo quería ver. En la casa de éste, se excusó: “Yo estaba sofocado, había atendido a cien pacientes gratis (es oculista) y era mediodía. Ahorita andá donde Mundo Téffel, que ya depositaron mil 500 córdobas por mil 500 discos”.“Mi esposa estaba recién parida y yo mal económicamente. Me voy volado en un taxi a cobrar los mil 500. Pero realmente se vendieron 60 mil discos y sólo me pagaron 7 mil córdobas, cuando debieron ser 60 mil córdobas. Habían vendido hasta fuera de Nicaragua”.

A Carvallo la actual generación no lo conoce. Él esgrime lo que considera sus razones. Pero la mayoría del pueblo reconoce su limpia, sonora y original forma de hacer música, y aunque ha incursionado en casi todos los géneros musicales que se escuchan en Latinoamérica, el Son Nica le sale como si él mismo lo hubiera creado.De tantos oyentes y de tantos comentaristas que han contado sus producciones, fue uno quien lo hizo llorar de emoción: aquella mañana cuando escuchó un discurso de Fidel Castro a través de Radio Habana Cuba, hablando de su emblemática composición “Campesino aprende a leer”. Corrían los años 60 y Jorge Isaac, entonces un hombre con ideas revolucionarias, llegó a articular un profundo mensaje de emancipación campesina, creando la más notable canción para una campaña de alfabetización. El líder barbudo se quitó su gorra verde oliva para saludar semejante obra artística.Las letras de contenido social las debe a sus estudios universitarios, sobre todo en Guatemala. “Los mismos profesores nos endoctrinaban (indoctrinaban) y me metí en todas las revueltas. Un día, ya de regreso, muchos nos abrazamos en una manifestación y bautizamos con el nombre de Sandino la Avenida Roosevelt. En ese tiempo yo era un socialista furibundo”.Todos están de acuerdo que sin Carvallo a la música típica nicaragüense le faltaría, si ésta fuera una carreta, sus ejes. Otros exaltan los otros géneros en que incursionó con temas como “Lyliam” y “Noche sensual”.Mantiene su voz grave y bien que con ella puede hoy grabar sus discos. Como la mayor parte de los compositores, no se distingue por poseer el timbre adecuado para el canto, no obstante, los discos que grabó con “Los Nícaros”, donde se juntó con el formidable Otto de la Rocha , redondearon mejores resultados. Si no creen, escuchen la canción antes citada, o “La Juliana”, o también “La Mujer de Juan Lezama”, y muchos años después, “Lesbia Guerrero”, con ese tono melancólico, suave, tierno en ocasiones y que logra dibujar sonoras estampas nicaragüenses.

Este cantautor nos ha deleitado a través de su obra con muchas canciones entre las cuales solo mencionaremos algunas:
1- Campesino aprende a leer
2- Matagalpa
3- La mujer de Juan Lezama
4- Lesbia Guerrero
5- La Juliana
6-
El Cañalito
7- Mama, mamacita
8- Alexis Argüello
10- Día de pago
11- El sol
etcc...
Ha sido galardonado en varias ocaciones por su trabajo musical entre los que podemos mencionar que ganó el primer lugar de los tres únicos concursos de música típica de Nicaragua.
El primero lo patrocinó el INFONAC (Instituto de Fomento Nacional) en 1964.
El segundo patrocinado por FENIBA (Federación Nicaragüense de Base ball Aficionado) en 1972.
El tercero lo patrocinó el INEC en 1995.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

INEP

INEP
Fachada INEP